Cuando la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley, se puso de pie frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas a principios de este año, no estaba de humor para andar con rodeos. Frente a los líderes mundiales, denunció a unos pocos que, “sin dar la cara”, estaban empujando al mundo hacia una catástrofe climática y poniendo en peligro el futuro de los pequeños Estados insulares, como el suyo.
"Nuestro mundo no sabe que está jugando con fuego, y si no lo controlamos, este incendio nos quemará a todos", dijo en septiembre. Y citando una de las canciones del gran cantante de reggae Bob Marley, agregó: "¿Quién se levantará y defenderá los derechos de nuestra gente?".
El apasionado discurso acapararía titulares en todo el mundo y, para muchos, fue la introducción a Mottley. Pero la primera ministra de Barbados, Campeona de la Tierra en la categoría de Liderazgo político este año, lleva años haciendo campaña contra la contaminación, el cambio climático y la deforestación, posicionando a Barbados como uno de los pioneros en el movimiento ambiental global.
"La primera ministra Mottley ha sido una defensora de los más vulnerables a la triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación y los residuos", dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
"Su dedicación y los logros obtenidos en defensa del medio ambiente y en políticas públicas son excelentes ejemplos de lo que otros líderes mundiales deben hacer para evitar esta inminente crisis planetaria", añadió Andersen.
Mottley fue elegida primera ministra en 2018 con más del 70% del voto popular, convirtiéndose en la primera mujer en liderar Barbados desde su independencia en 1966. Bajo su liderazgo, el país ha desarrollado un ambicioso plan para eliminar gradualmente los combustibles fósiles para 2030. Su proyección es que casi todas las casas de la isla tengan paneles solares en el techo y un vehículo eléctrico.
Mottley, quien ha dicho que encuentra inspiración en los bosques que cubren casi el 20% de Barbados, supervisa una estrategia nacional para plantar más de 1 millón de árboles, también para 2030, con la participación de toda la población. El plan tiene como objetivo fomentar la seguridad alimentaria y crear resistencia a un clima variable.
Este impulso surge mientras el mundo va en camino a un aumento de 2,7°C en la temperatura global a fines de siglo, según un reciente estudio del PNUMA. Este incremento podría conducir a cambios catastróficos en el clima.
Con el respaldo de Mottley, América Latina y el Caribe se convirtió en la primera región del mundo en aprobar el plan de acción para el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, un esfuerzo para prevenir y revertir la degradación de los espacios naturales en todo el mundo. Un informe del PNUMA publicado en junio de 2021 destacó que, por cada dólar invertido en la restauración de ecosistemas, se producen beneficios económicos de hasta US$ 30.
Mottley cree que abordar el deterioro ambiental es vital para estimular el desarrollo económico y combatir la pobreza. Responder a las catástrofes relacionadas con el clima "incide en la capacidad para poder financiar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", explicó. "También en lo cotidiano, en lo que afecta a las personas en su día a día, como la educación, la atención médica, las carreteras. Todas estas cosas se ven afectadas porque tenemos un presupuesto limitado".
Mottley ha sido una defensora de los países más vulnerables al cambio climático, especialmente los pequeños Estados insulares que podrían inundarse por el aumento del nivel del mar. Durante una visita a Barbados del secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que a menos que las naciones en desarrollo tengan acceso a fondos que les permitan adaptarse al cambio climático, muchos "no lo lograrán". Para el mundo en desarrollo, el costo de contrarrestar los peligros relacionados con el clima, como las sequías, las inundaciones y el aumento del nivel del mar, asciende a US$ 70.000 millones por año y podría aumentar hasta US$ 300.000 millones anuales para 2030.
“Tenemos que reconocer que, si no nos detenemos en esta etapa y resolvemos el marco de financiamiento, vamos a tener problemas", añadió Mottley.
Para ayudar a Barbados a adaptarse ante el cambio climático, Mottley ha encabezado un programa nacional de resiliencia denominado Roofs to Reefs (De los techos a los arrecifes). La iniciativa incluirá el uso de herramientas financieras innovadoras para aumentar el gasto público en todo, desde reforzar las casas hasta restaurar los arrecifes de coral, que ayudan a proteger las costas de las tormentas. Roofs to Reefs ha sido aclamado como un modelo para otros países amenazados por el cambio climático.
Mottley además ha dirigido un esfuerzo internacional para combatir la resistencia a los antimicrobianos (AMR, por sus siglas en inglés) como copresidente del Grupo de Líderes Mundiales sobre Resistencia a los Antimicrobianos. La resistencia a los antimicrobianos es considerada una amenaza importante para el medio ambiente, la salud humana y el desarrollo económico. Se describe como la capacidad de los organismos para resistir la acción de los medicamentos farmacéuticos utilizados para tratar enfermedades en humanos y animales. El uso indebido y excesivo de antimicrobianos, incluidos los antibióticos, puede exacerbar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación.
A medida que el mundo continúa recuperándose de la devastadora pandemia de COVID-19, Mottley ha enfatizado que una recuperación verde es fundamental para la supervivencia fiscal de un país como el suyo, dependiente del turismo, y advirtió que, si seguimos haciendo las cosas como siempre después de la pandemia, la crisis climática solo se aceleraría.
“Creo que la combinación de la pandemia y la crisis climática ha presentado un momento político decisivo para que, como seres humanos, hagamos una pausa y examinemos realmente lo que estamos haciendo”, dijo. “Lo que realmente quiero en este mundo es que podamos tener un sentido de responsabilidad hacia nuestro medio ambiente, pero también hacia las generaciones futuras”, añadió.
Los premios Campeones de la Tierra y los Jóvenes Campeones de la Tierra del PNUMA honran a individuos, grupos y organizaciones cuyas acciones tienen un impacto transformador en el medio ambiente. Este premio es el máximo galardón ambiental de las Naciones Unidas y reconoce a líderes destacados de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado la década de 2021 a 2030 como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030. El decenio, liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y sus aliados, está diseñado para prevenir, detener y revertir la pérdida y degradación de los ecosistemas en todo el mundo. Su objetivo es devolver a la vida los ecosistemas terrestres, costeros y marinos. Como un llamado a la acción mundial, reunirá apoyo político, investigación científica y músculo financiero para ampliar exponencialmente la restauración. Visite decadeonrestoration.org/es para conocer más.